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Roberto Bolaño
La Pista De Hielo
Remo Morán: Lo vi por primera vez en la calle Bucareli
Gaspar Heredia: Llegué a Z mediada la primavera
Enric Rosquelles: Hasta hace unos años mi carácter era proverbialmente apacible
Remo Morán: Admito que en mayo di trabajo a Gaspar Heredia
Gaspar Heredia: Se llamaba Stella Maris
Enric Rosquelles: Sé que cuanto diga sólo contribuirá a hundirme
Remo Morán: Ahora ya es inútil que intente arreglar lo que no tiene arreglo
Gaspar Heredia: A veces, cuando me asomaba a las rejas del camping
Enric Rosquelles: Dicen que Benvingut emigró a finales del siglo pasado
Remo Morán: Conocí a Lola en circunstancias extraordinarias
Gaspar Heredia: La cantante de ópera jamás estuvo alojada
Enric Rosquelles: Encontré a un fontanero, a un lampista, a un carpintero
Gaspar Heredia: Comencé a acostumbrarme a caminar por el pueblo
Enric Rosquelles: El coche lo dejaba aparcado debajo del viejo parral
Remo Morán: De la segunda visita de Nuria al hotel
Gaspar Heredia: La música que se escuchaba era la Danza del Fuego
Enric Rosquelles: Iniciamos los entrenamientos a principios de verano
Remo Morán: Un día Rosquelles vio la bicicleta de Nuria en la calle
Gaspar Heredia: Era improbable que los jefes aparecieran por el camping
Enric Rosquelles: ¿Cómo creen que me sentí cuando supe…?
Remo Morán: Decidí ir a buscar a Nuria a su casa
Gaspar Heredia: Soy un recluta en este pueblo del infierno, dijo el Recluta
Enric Rosquelles: Siempre percibí miradas cargadas de resentimiento
Remo Morán: Los días que precedieron al hallazgo del cadáver
Gaspar Heredia: Desde lejos observé a Carmen y al Recluta en la orilla del mar
Enric Rosquelles: Lamentablemente después de cenar nos fuimos a una discoteca
Remo Morán: La vieja es colega tuya
Gaspar Heredia: Después de que el gordo y la patinadora se marcharon
Enric Rosquelles: Al día siguiente de la fiesta en la discoteca
Remo Morán: A las diez en punto de la mañana cogí el coche y salí
Gaspar Heredia: Hasta que el Carajillo se durmió estuvimos hablando de mujeres
Enric Rosquelles: Por la tarde Pilar telefoneó a mi oficina para informarme
Remo Morán: Los policías eran jóvenes y tenían rostros no muy despiertos
Gaspar Heredia: Caridad se adaptó bastante bien a la vida del camping
Enric Rosquelles: Juro que yo no la maté
Remo Morán: Los periódicos y las revistas la hicieron famosa
Gaspar Heredia: La policía estuvo dos veces en el camping
Enric Rosquelles: Además de mi madre y de algunas tías y primos
Remo Morán: No se puede pactar con Dios y con el diablo al mismo tiempo
Gaspar Heredia: Una noche hubo un gran alboroto en la terraza del bar
Enric Rosquelles: Novelas regaladas
Remo Morán: Me hace polvo ver cómo la gente se larga
Gaspar Heredia: Faltaba una semana para que nos fuéramos
Enric Rosquelles: Salí en libertad una semana después
Remo Morán: Yo la maté, patrón, me dijo el Recluta
Gaspar Heredia: Tomamos el tren a Barcelona una tarde nublada
Enric Rosquelles: Cuando por fin volví a Z todo era tan distinto